Los Combustibles Sostenibles de Aviación (SAF, por sus siglas en inglés como Sustainable Aviation Fuels; también denominados Combustibles Renovables para Reactores o Biojets) han sido ampliamente aceptados como el principal contribuyente a la reducción global de las emisiones de gases de efecto invernadero y al esfuerzo de descarbonización de la industria de la aviación.
En un reciente artículo publicado en Chemicals Knowledge Hub, el profesor Rodrigo de Souza explica cómo la disponibilidad comercial de instrumentos de química de flujo continuo a escala de laboratorio ha impulsado el uso generalizado del flujo continuo para la biocatálisis, la encapsulación de fármacos, la polimerización y la síntesis orgánica.